Traduccion de: Karen Villarreal Z
Esta es la pregunta que debemos hacernos cuando estamos buscando “soluciones” a nuestros problemas. A menudo solo queremos una audiencia. Queremos la oportunidad de gritar nuestras quejas, presentar excusas, inventar una explicación para nuestro comportamiento, en lugar de buscar una cura. Muy a menudo las respuestas más claras y más directas pueden ser halladas en la Palabra, pero deben ser buscadas honestamente.
“Fortaleza es al perfecto el camino del SEÑOR: Mas espanto es á los que obran maldad.” (Prv. 10:29 RVA).
Nos podemos acercar a la palabra de Dios con la voluntad de obedecer lo que sea que nos diga acerca de nuestra situación actual, o podemos evadirla y decirle a cualquiera que intente corregirnos, “No me restriegues el Libro en la cara.” La última es una evasión, que apoya nuestra sospecha de que nuestros problemas son, de hecho, insolubles. El corazón honesto (i.e., el humilde) encontrará que el camino del SEÑOR es su refugio.
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