domingo, 30 de enero de 2011

¡La Criatura Tiene Algo de Miel en su Boca--Pero también Tiene Alas!


¡La Criatura Tiene Algo de Miel en su Boca--Pero también Tiene Alas!

(Thomas Watson, "A Divine Cordial" 1663)

"No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo." 1 Juan 2:15

Es mejor amar a Dios, que al mundo.

Si depositas tu amor en cosas mundanas--ellas no te satisfarán. ¡Es cómo si trataras de satisfacer tu cuerpo con aire---o tu alma con tierra! Si el globo terráqueo fuera tuyo--no llenaría tu alma. ¿Depositarás tu amor en aquello que nunca te dará contentamiento? ¿No es mucho mejor amar a Dios? ¡Él te dará aquello que satisfará tu alma por la eternidad!

Si amas cosas mundanas--ellas no pueden remover la mente atribulada. Si hay una espina en tu consciencia--todo el mundo no puede sacártela. El Rey Saul, estando perplejo en su pensamiento, ninguna de sus resplandecientes coronas le pudo confortar (1 Samuel 28:15). Pero si amas a Dios, Él puede darte paz cuando nada más puede hacerlo. Él puede aplicar la sangre de Cristo para refrescar tu alma. El puede susurrar Su amor por medio del Espíritu, y con una sonrisa disipar todos tus temores e inquietudes.

Si tu amas al mundo--amas aquello que te mantiene fuera del cielo. "¡
Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!. (Marcos 10:23). Prosperidad, muchas veces, es como una enorme vela en un pequeño barco, que rápidamente lo volca.

Al amar el mundo-- amas aquello que te pone en peligro. Pero si amas a Dios, no hay temor de perder el cielo. Él será la Roca que te esconderá--pero no te herirá. Al amarle a Él, llegamos a deleitarnos en Él por siempre.

Tu podrás amar cosas mundanas--pero ellas no te amarán de vuelta. Amas al oro y la plata--pero el oro no puede amarte de vuelta. Tu entregas tu amor a la criatura--y no recibes amor de vuelta. Pero si amas a Dios, Él te amará de vuelta. "
El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él." (Juan 14:23). Dios no será tardo en amarnos. Por nuestra gota de amor hacia El--¡recibiremos un océano de Su amor!

Mientras tu amas al mundo--amas aquello que es infinitamente menor al valor de tu alma. Cuando depositas tu amor en el mundo, pones un zarcillo en el hocico de un cerdo--amas aquello que es inferior a ti mismo. Tal como Cristo dice sobre las aves del cielo: "
¿No valéis vosotros mucho más que ellas?" (Mateo 6:26), así digo sobre las cosas mundanas: "¿No sois vosotros mejores que ellas? Amas una bonita casa, un lindo vestido--¿no eres tú mejor que ellos? Pero si amas a Dios, depositas tu amor en el objeto más sublime y noble--amas aquello que es mejor que ti mismo. ¡Dios es mejor que el alma, mejor que los ángeles, mejor que el cielo!

Tu podrás amar al mundo--y recibir odio por tu amor. ¿No afligiría, que alguien invirtiera dinero en un pedazo de tierra, y que en lugar de dar grano de fruto--produjera solo espinos? Así mismo es con todas las cosas terrenales--las amamos, ¡y ellas producen espinos para pincharnos! Nos enfrentamos con nada más que desilusión. Pero si amamos a Dios, Él no devolverá odio por amor. " Yo amo a los que me aman" (Proverbios 8:17). Dios podrá castigar a Sus hijos--pero Él no puede odiarlos. Cada creyente es parte de Cristo, y Dios podría así mismo odiar a Cristo, si odiara al Creyente.

Tu podrás sobre-amar a la criatura. Podrás amar mucho el vino, y la plata; pero no puedes amar demasiado a Dios. Es nuestro pecado que no podemos amar a Dios lo suficiente. ¡Que débil es nuestro amor a Dios! Si pudiéramos amar a Dios más de lo que lo amamos--nunca sería proporcional a Su valor; así que no hay peligro de excedernos en nuestro amor a Dios.

Podrás amar cosas mundanas--y ellas morirán y te dejarán. ¡Las riquezas tienen alas! ¡Las relaciones se alejan! No hay nada aquí que permanezca.
¡La Criatura Tiene Algo de Miel en su Boca--Pero también Tiene Alas! Pronto volará lejos. Pero si amas a Dios, El es "tu porción para siempre" (Salmo 73:26) El es llamado un Sol para consuelo, así como una Roca para la eternidad.

Por lo tanto vemos, que es mejor amar a Dios que al mundo.


"No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. " 1 Juan 2:15

~Thomas Watson

jueves, 27 de enero de 2011

El Caminar Cristiano



(
James Smith, "El Caminar Cristiano")

www.gracegems.org

Caminemos diariamente mirando a Jesús. El es nuestro adorable Redentor. El es la fuente de nuestra provisión. Mirándole a El seremos...
iluminados en la oscuridad,
animados en la soledad,
fortalecidos en la debilidad,
fortificados en el conflicto,
envalentonados en el peligro,
consolados en el pesar, y
hechos mas que vencedores sobre cada enemigo.

Caminemos diariamente recostados en Jesús. Él estará a nuestro lado, El nos recostará en su brazo, si, ¡su pecho! La postura de la Iglesia debe ser la nuestra, "¿Quién es ésta que sube del desierto, Recostada sobre su Amado?" Mientras nos acercamos a Jesús--¡nos alejamos del mundo! El mundo pierde su atractivo--los viejos y pecaminosos hábitos pierden su poder.

Caminemos diariamente en comunión con Jesús. El ama conversar con nosotros. Hablemos con el de nuestros enemigos, temores, aflicciones, privaciones, penas, y problemas. Contemosle todo lo que nos prueba y atribula. El dice, "¡hazme oír tu voz!" Sí, oh Salvador, escucharás mi voz; pues traeré todas mis penas y gozos, mis pruebas y triunfos, mis dudas y victorias--¡a Ti!

Caminemos diariamente imitando a Jesús. Él nos ha dejado un ejemplo, debemos seguir sus pasos. En la familia, en el mundo, en la iglesia--esforcémonos en imitar a Jesús. Y que podamos recibir la gracia para conformar nuestra conducta a la Suya, que todos cuantos nos vean puedan ver que nosotros, hemos aprendido de El quien es "manso y humilde de corazón;" quien fue "santo, manso, puro, y separado de los pecadores."

¡Que nuestro espíritu, temperamento, curso, y conducta--conspiren juntos para dar testimonio de que estamos caminando con Jesús!


sábado, 1 de enero de 2011

¡Santidad al SEÑOR!


¿Tal inscripción se vería bien en alguna de nuestras costosas posesiones?

(James Smith, "Santidad al Señor" 1865)

" En aquel día estará grabado sobre las campanillas de los caballos: SANTIDAD AL SEÑOR; y las ollas de la casa del SEÑOR serán como los tazones del altar." Zacarías 14:20

Debemos escribir en todo lo que SOMOS, en todo lo que TENEMOS--"Santidad al Señor!" Ya no vivimos para nosotros mismos--sino para El que nos amó, y se entrego a Sí Mismo por nosotros. Debemos tener...
pensamientos santos,
deseos santos,
motivos santos,
objetivos santos,
placeres santos,
penas santas, y
perseguir objetos santos.

1. Debemos entonces SER-- santos. Este era el propósito final de Dios en nuestra elección, redención, y llamado eficaz. Este es el deseo de Dios en todas nuestras pruebas, problemas, y ejercicios; son para nuestro provecho-- que "seamos participantes de Su santidad."


2. Miremos también, que lo que
HACEMOS--escriba, "¡Santidad al Señor!" En todo lo que poseemos. No tenemos derecho de poseer, usar, o vestir nada--en lo que no podamos escribir, "¡Santidad al Señor!"

Cristiano,¿hay algo en tu casa, negocio, o en tu persona--en lo que sería impreciso escribir, "Santidad al Señor"? Si así es, ¿te corresponde
poseerlo, practicarlo, o usarlo?

¿Tal inscripción se vería bien en alguna de tus costosas posesiones, ropa fina, o entretenimientos? No esquives la pregunta--pero deja que la conciencia lo tome, examine, y vuelva a una honesta respuesta.

Deberíamos usar todo lo que tenemos--como consagrado al servicio y alabanza del Señor:

nuestra facultad mental,
nuestra fortaleza física,
nuestra riqueza,
nuestras habilidades,
nuestras posesiones,
--¡todo debe ser usado para Dios, y para Su gloria! Cuando sea que vallamos a emplear alguna de estas, debemos hacer una pausa, y preguntarnos, "¿Emplearlas para este propósito honrará a Dios? ¿Servirá Su causa? ¿Dará alabanza a Su santísimo Nombre?"


Todo el que nos vea, que habite con nosotros, o que nos visite--debe ser capaz de percibir que hemos escrito en todo lo que
tenemos y somos, "Santidad al Señor." Mientras ellos no puedan verlo, no somos lo que debemos ser--y el final propósito de Dios en lo que El ha hecho por nosotros, y ha conferido sobre nosotros, no ha sido respondido.
¡Oh Espíritu de santidad, desciende y con el dedo de Tu poder--escribe, "
¡Santidad al Señor!" en nuestros corazones! Capacítanos, hasta el punto, de escribir en todo lo que tenemos y somos, sobre todo lo que nos proponemos, planeamos, y hacemos--"¡Santidad al Señor!" en grandes y hermosas letras, tales que todo el mundo pueda leer y comprender!

~ ~ ~ ~ ~

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