Venciendo el Pecado
Me pides que te diga cual es el mejor método a ser usado por un joven, para prevenir el mundo, con todas sus abiertas y atrapantes escenas, que arrebatan al corazon lejos de Dios. Es una pregunta importante; pero he aprendido que tu propio corazon te dirá, que ya posees toda la información concerniente a ello, la cual bien podrás también esperar de mí. Sólo puedo intentar responderte desde la Biblia, que yace abierta para ti también. Si tu corazon es cómo el mio, debes confesar, que cuando se aparta de Dios, rara vez es por que ignoremos los medios o motivos adecuados que debían mantenernos cerca de Él; es más bien por el maligno principio interior, que prevalece en contra de un mejor juicio, y nos hace infieles a la luz ya recibida.
Pudiera ofrecerte reglas, advertencias, y concejos en abundancia; pues lo encuentro comparativamente fácil cuando se trata de predicarle a otros. Pero si me preguntaras luego, cómo pudieras efectivamente llevarlos a la practica, siento que soy tan deficiente, y tan desubicado en éste asunto yo mismo, que no sabría bien que decirte. Sin embargo algo debe decirse.
En primer lugar, entonces, haría la observación, que aunque sea nuestro ineludible deber, y el mas alto privilegio que podamos proponernos a nosotros mismos--el tener nuestros corazones cerca al Señor, no debemos esperar que esto sea absoluto o perfecto, y mucho menos que funcione todo de una vez: debemos mantenernos cerca a él, en proporción a estar sólidamente convencidos de la disparidad infinita entre él y las cosas que presumirían competir con él, y la locura, al igual que la ingratitud, de apartarnos de él. Pero estos puntos solo pueden aprenderse por experiencia, y al ser atribulados bajo una serie de dolorosas decepciones en nuestras expectativas de las criaturas. Nuestros juicios podrán ser rápidamente satisfechos en saber que Su favor es mejor que la vida, pero no obstante, es bajo el poder de una mera tontería que nos alejamos de Él.
El Señor nos permite sentir nuestra debilidad, para que seamos sensibles a ella; pues aunque estemos listos en palabras a confesar que somos débiles, aún no lo sabemos como debemos, hasta que ése secreto--de que tenemos una prohibida dependencia en alguna fuerza en nosotros mismos, sea puesto a prueba, y nos falle. Para ser humildes, y cómo un niño--temerosos de dar un paso solos, y tan conscientes de las trampas y los peligros a nuestro alrededor, y así clamemos a Él continuamente para que nos cargue en su regazo para que podamos estar a salvo--he ahí, ciertamente, el infalible, el único secreto de caminar en unión con Él.
~ John Newton
via: Daily Edifications from, www.christdied.com
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No seas necio o lento de corazón, no te dejaré atrás.
Siéntate junto a Mí.
Soy tu sanador, el restaurador de tu alma, y el Único que perdona.
Vuélvete a Mí.
Te guiaré a aguas de reposo y a lugares silenciosos de descanso.
Camina junto a Mí.
Espero por ti con brazos abiertos para asegurarte Mi amor.
Corre hacia Mí.
Permite que Mis palabras sean la llama de amor que arde dentro de ti.
Cena junto a Mi.
¿Por qué estas atribulado y por qué las dudas se levantan tan fácilmente?
Mírame a Mí.
Soy tu canción, Quiero llenar tu corazon con Mis alabanzas.
Deleitate en Mí.
Lo que te he dicho, Yo soy fiel en cumplir.
Descansa en Mí.
Déjame abrir tu entendimiento para que puedas conocer lo que he hecho por ti.
Aprende de Mí.
He sido glorificado y te he enviado la promesa de Mi Padre.
Bebe de Mí.
Seré tu fuente de gozo y fruto. Nunca estarás vacío.
Habita en Mí.
Te digo las promesas que vienen del corazón de Mi Padre.
Confía en Mí.
Pongo Mis manos sobre ti y derramo mis ricas bendiciones sobre ti.
Recibe de Mí.
~Roy Lessin
via: Meet Me in The Meadow
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