Una de las biografías más alentadoras y retadoras es para mi la vida del primer misionero para los indios norteamericanos, el joven, David Brainerd. Que el Señor tenga más siervos como Brainerd, que entreguemos todo nuestro ser al servicio incondicional a nuestro amado Salvador. Este mundo en oscuridad necesita Cristianos que abracen su cruz y sigan a Cristo, que pierdan sus vidas para hallarla en El (Lucas 9:24), para vivir a plenitud el precioso llamado que tenemos de ser conformados a la imagen de nuestro Señor Jesús, cumpliendo la Gran Comisión que nos ha sido encomendada a TODOS los que hemos creído. Que maravilloso será si llegamos al fin de nuestra vida terrenal habiendo acabado la buena carrera, preparados para verle a El cara a cara y gozar de la plenitud de la herencia eterna que tenemos en Cristo a la diestra del Padre.
Que el Señor nos de el corazon de un siervo, el corazon de un devoto discípulo.
Aprendamos de Cristo y de aquellos que nos antecedieron y ahora nos inspiran en su pasión, devoción, y entrega por la causa de Cristo como David Brainerd, y respondamos al Alto Llamamiento!
Que el Señor nos de el corazon de un siervo, el corazon de un devoto discípulo.
Aprendamos de Cristo y de aquellos que nos antecedieron y ahora nos inspiran en su pasión, devoción, y entrega por la causa de Cristo como David Brainerd, y respondamos al Alto Llamamiento!
1 comentario:
Karen,
Te encontré en el blog de mi amiga Diane @ Theology for Girls Qué gusto me da encontrar más mujeres que hablan español y que son apasionadas de la Palabra de Dios y del Cristianismo histórico.
Seguro voy a regresar.
Bendiciones!
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